Hoy me he arreglado las trenzas de una forma especial. Y es que voy a asistir por primera vez a un consejo de mi tribu. Estoy tan nerviosa.
Sé lo que quiero expresar, me he repetido mi discuros muchas veces, pero el corazón me baila en el pecho porque siento que es importante.
Madre me ha cosido una franja más en mi ropa. Es una franja de color azul muy vivo y la he abrazado al ver su regalo. ¡Es tan generosa siempre conmigo!
Padre me ha cogido de la mano al salir de la tienda. Ya era de noche y al escuchar el silencio, me he parado a respirar profundamente.
Una mente despejada siemrpe tiene claridad de palabra. Frente a los nervios, respira, abre la puerta de tu corazón y deja que salgan las mariposas del alma.- esas eran las palabras que me decia mi abuela ancestra. Ahora, vive en el viento.
Padre y yo caminamos hasta la tienda central. Nos paramos antes de entrar.
Miro a Padre a los ojos y veo dos gruesas lagrimas cayendo de ellos y me abraza susurrándome:
-Adelante, hija sabia.
-Gracias Padre, soy hija de tu fuerza y prudencia y del fuego cálido e intuición de Madre
-Hija, los espiritus fueron quienes nos regalaron tu presencia en nuestras vidas. Ellos te dotaron de lo necesario. Ahora cumple con tu destino, como tan bien has sabido hacer hasta ahora.
Y la tienda se abrió: todos los miembros del consejo tribal estaban en circulo. Todos nos saludamos con cortesia y amabilidad.
Y fue entonces cuando me dieron el palo de hablar. En ese momento solo yo podia expresarme pues no podian interrumpir mi discurso mientras lo tuviera en mis manos. Ellos tan solo podian escuchar mis palabras con el corazón. Ellas brotaron en mi antes de que yo me diera cuenta. Sentia que no era yo quien hablaba sino los espiritus. Apenas podia reconocer mi voz, pero sabia que el mensaje era hermoso.
El mensaje también es para ti. Esta noche cuando cierres lo ojos imagina un circulo. Y al amanecer, sabrás que se dijo a través de mi.
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