viernes, 15 de febrero de 2013

El sueño del hada


Un lirio blanco era todo lo que Lily anhelaba en su vida. Cada noche, en sus vaporosos sueños, se iba a un jardín lleno de las flores más hermosas que jamás su mente habia creado. Y se despertaba cada amanecer preguntándose dónde podria encontrarlo.

A veces, entre sus tareas cotidianas, se sentaba en una piedra y cerraba los ojos para recordar mejor ese jardín soñado. Y el resto de sus compañeras la miraban riéndose porque pensaban que estaba enamorada. Eso si que era un hecho extraordinario para un hada, ya que las hadas del bosque tan sólo estaban enamoradas de los árboles, las plantas, pájaros o del río, incluso de las aguas subterraneas.
De hecho, amaban tanto las aguas subterráneas que, justo antes de dormir, todas ellas se reunían en circulo para escuchar el susurro que emitian las aguas en su recorrido bajo tierra. Este sonido las adormecia y las llenaba de felicidad ya que sentian como las raices de la naturaleza se alimentaban. Nada podia hacerlas sentir mejor. A excepción de Lily. 

Después de un tiempo de soñar dormida y despierta con el lirio blanco y el bello jardin, el bosque comenzó a perder brillo para ella. A veces se subia a lo mas alto de un árbol para tratar de encontrar ese jardin más alla del bosque. Una tarde, una lágrima se deslizó por su pequeña cara, ella apenas se dio cuenta, pensó que habia sido una travesura de trasgo. 

La lágrima fue a caer en un pequeño espacio del bosque donde habia mucha luz y el agua era tan abundante que como por arte de magia se habia creado un pequeño lago. Esa lágrima de anhelo y de deseo creo hizo germinar flores nunca vistas en el bosque, de hermosisimos colores. Muchos animales iban a ver ese pequeño rincón por su cálida y sutil belleza. 

Una noche Lily soñó de nuevo con el jardín y mucho antes de amanecer, soñó algo nuevo: una lágrima flotaba justo delante de ella y le indicaba un camino, soñó que la seguia a través del bosque y que se encontraba el jardín dentro del bosque. De la alegría, abrió sus pequeños ojos y justo frente a ella se encontraba el lirio blanco con el que tantas veces habia soñado, pero esta vez, pudo tocarlo con sus manitas. Y el bosque de nuevo brilló para ella.

Sus compañeras hadas la habian seguido en sus sueños y vieron felices lo que provoca la semilla de un deseo. Y pensaron, deberiamos susurrarle esta historia a los humanos para que crean en sus sueños de dia y de noche...Para que puedan crear bellos jardines en su interior que acabaran germinando en su mundo externo. 
 

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