La vida y su caminar, conllevan una sucesión inevitable de decisiones a tomar.
Tras cada una, dejamos una huella en nuestra alma, en nuestro tiempo, expresión que utilizamos humanamente para separar las situaciones circulares y cíclicas que atañen a nuestro ser.
Tal vez ha llegado el momento de cerrar puertas que no llegaste a hacer en su momento. Situaciones pendientes de resolver, relaciones desgastadas por la falta de amor y cuidado que es el oxigeno de la vida y comportamientos dolorosos que ha tocado el momento de zanjar de una vez por todas.
Y para ello te recomiendo ya que es muy efectivo, hacer una lista de todas esas tareas pendientes, de las personas con las que ya no hay ese amor cálido y brillante como antaño y de las situaciones que no solo nos hacen mucho daño, sino que ya no producen la fruición de disfrutar sufriendo (bien porque hemos pensado que nos mereciamos sufrir o bien porque disfrutabamos haciendonos daño, de una forma macabra y poco saludable).
Una vez hechas las tres listas: estaria bien que pudieras releer todo lo escrito: suele resultar sorprendente la gran cantidad de hechos y situaciones que permitimos que nos dificulten vivir y ser felices.
Ahora necesitarás un esfuerzo de honestidad. Es necesario que con franca sinceridad, admitas cuántas de esas tareas pendientes siguen siendo algo importante para ti y si verdaderamente estas dispuesto a hacerlas. Y las que realmente quieras llevar a cabo, te propongo dejarlas expuestas en un papel en la nevera o en un espejo, es decir, en un lugar donde lo puedas ver todos los dias. Y comienza a hacer pasos o pedir ayuda a otras personas para lograr llevarlas a cabo.
Con respecto a las personas cuyas vidas que se bifurcaron hace demasiado tiempo de las nuestras, puedes recordar todos los momentos vividos en común: de los malos extrae todo aquello que te enseñaron o lo que aprendiste y de los buenos quédate con el agradecimiento de todo lo que diste y recibiste de esas personas. Y permite que el sentimiento de agradecimiento sea tu mayor recuerdo sobre esa relación o relaciones.
Y si ya has decidido dejar atrás comportamientos con los que te infringías dolor, imaginate qué otras cosas podrias hacer que te resultaran placenteras en lugar de las acciones que realizabas. Tal vez está sea una labor más complicada si la haces tu solo. Por lo que puedes buscar una persona que te ayude o te guie en el proceso de crearte nuevas conductas y a entender el origen de que eligieras actuar como lo hacias.
Cerrar puertas significa dejar atras el pasado, un tiempo que ya no existe. Significa vivir más el presente, con más alegria, con ilusión y permitiendo que la aventura se instaure en tu corazón. Significa darle menos importancia al futuro y permitirnos poder abrir los ojos cada mañana como si nunca hubieramos vivido antes en esta realidad llamada planeta Tierra.
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