Gustavo era pelirrojo y tenia como cualidad la bondad. Así es como lo recuerda mi corazón.
Apenas comenzabamos en el colegio a escribir con boligrafo, primero fue con lápiz. Y a mi se me deslizaba demasiado el boligrafo, y todavia me gustaba la huella que dejaba el grafito en el papel. Pero el boli era fluido y yo aunque queria hacer bellas letras, veia como estas se me resistian y bailaban sobre el cuaderno a su antojo. Tras mi escritura no me parecian palabras sin mas bien gotas de agua deslizandose por un manantial de agua dulce.
Gustavo fue mi compañero de pupitre tan solo un dia, pero ràpidamente se dio cuenta de que no llevaba boligrafo rojo. "Toma" me dijo, alargandome el suyo. Yo me quedé sorprendida, porque para mi gesto su era una hazaña, porque no era cualquier boligrafo, era uno de tinta roja!.
Escribir en rojo siempre lo he entendido como transmitir con pasión y con fuerza a través de la palabra escrita, para llegar a convertirse a través de los textos en un comunicador de sentimientos. En otras palabras. poder vaciar mi corazón para llenar el tuyo. Ofreciendotelo a ti, quien quiera que seas, donde quiera que estes e independientemente del momento en que lo leas. Quiero que sepas que ya te considero un amigo eterno.
Ahora que comienzo a compartir contigo el producto de tantas lecturas y reflexiones, siento que le debo un homenaje a mi amigo Gustavo., Por aquella época, también era el nombre del reportero mas dicharachero de Barrio Sésamo y yo queria ser como él: la rana Gustavo. Poder explicar lo que pasa, estar en el lugar en el que sucedian las cosas. Para mi era el mejor trabajo, viajar, informar...
Creo que vivimos un tiempo en que la mejor noticia que puedo ofrecerte es hablarte desde los mas sinceros acontecimientos de mi interior. Porque el exterior no deja de ser un reflejo de nuestro parte más intima y personal, por tanto si tomamos como referencia lo que nos pasa dentro, podremos reconocer como vivir mejor fuera. Y eso solo se puede averiguar a través de palabras que nos resuenan que al leerlas u oirlas, que son aquellas que se hacen eco en nuestro interior.
Por tanto, te propongo un viaje de reencuentro, para poder reconectar con nuestra esencia. En este viaje habrá paradas con grandes titulares y otras serán más sencillas como si fueran anuncios por palabras. Pero siempre serán producto de una busqueda interior de honestidad, reflexión y amor incondicional.
Donde quiera que estes, gracias Gustavo por tu regalo y por haber tocado mi vida de una forma tan especial para mi.
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