Cuando cierro mis ojos y me sereno, puedo sentir..

Un susurro venido del viento, una pequeña y suave brisa, nada más, me recuerda quien soy y la razón por la que sigo aqui, un dia más.

Y mi pelo se desordena, y felizmente juega con mi cara sorprendida mientras sale de su concentración en las tareas habituales del dia.

Y entonces comienzo a sonreir, primero muy adentro, como una luz que comienza a brillar en la parte más interior de mi corazón, una luz que se convierte en una llama flameante que poco a poco inunda mi corazon hasta abarcar mi pecho y envolver mi cuerpo hasta llegar al aura.

Con esta sensación de SER recupero mis ritmos naturales, mis decisiones son más lentas, mas sabias. Una profunda sensación de certeza llena mi cuerpo y consigo que se relaje tras el arduo trajin y esfuerzo que me obliga mi mundo externo.

Y siento que se para todo a mi alrededor, que lo importante cobra protagonismo y la compasion y amor incondicionales aparecen de forma natural. Permito fácilmente que estos sentimientos los pueda percibir hacia mi misma y mis circunstancias y también hacia las personas que me rodean y hacia las situaciones que comparto con ellas.

Y comienza a sonar una musica que parece venir del universo y que puedo sintonizar a través de mi alma. Son canciones tan bellas, tan alegres, me cuentan historias ancestrales que hablan de historias pasadas, que cuentan cuentos y percibo que me dicen que entre todos los seres del planeta estamos creando magia de la de verdad... esa con la que se crean los sueños que se cumplen.

Y en ese momento, me quedo sin palabras, en mi lugar de silencio y sé que si miro con atención te podré encontrar a ti, y podremos sentirnos y percibirnos tal y como somos, de corazón a corazón...