viernes, 8 de marzo de 2013

Más de mil pétalos...

'Magic art collection' photo (c) 2012, sara - license: http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/
... encima de mi cabeza y unas profundas raíces en mis pies, 
bien ancladas a la Tierra. El Sol Central ilumina mi ser 
con su luz, venida desde el centro de la galaxia. 
Esa era la oración con la que saludaba la hechicera de cabellos amatista y obsidiana.

La hechicera de cabellos amatista y obsidiana viajó al Pais de los Mil Pétalos. Era un lugar diferente: su suelo era completamente blanco y negro era el color el cielo que lo cubria. 
A pesar de su habilidad para adaptarse a cualquier ambiente, todavia seguia esforzandose por acostumbrar sus ojos a tan poca luz y poner su atención en enfocarse en ver con el corazón.

Ella caminaba con tanta destreza que a cada paso suyo se podia escuchar como las raices que salian de sus pies se enraizaban en el suelo. Sus piernas, aún siendo muy finas, guardaban un leve parecido a los árboles. 
Tal vez habia sido un árbol que caminaba en otra de sus muchas vidas...

En el País de los Mil Pétalos nos encontramos con ella. Fuimos cinco de nosotros a verla. Apenas nos habiamos visto una vez, pero nos levantamos una mañana sabiendo que nos encontrariamos con ella allí, en aquel mágico lugar.

Cada uno de nosotros utilizó todos los medios a su alcance para encontrar ese lugar. La hechicera en sueños nos susurró..."para encontrarlo tan solo tienes que creer que existe y permitir que tu guia interna te indique a cada paso del camino".

Al llegar nos tuvimos que vendar los ojos porque no podiamos ver en medio de tanta oscuridad. A pesar de ello, vi todo lo que pasó con una clarividente luz que nacia desde  mi interior. 

Nos sentamos en circulo. Y ella comenzó a hablar. A veces sus cabellos cambiaban del violeta al negro de una forma sorprendente que nos tenia fascinados a todos. 

Y nos dijo unas palabras que nos pidió que recordaramos: Olvidad todo y comenzad de nuevo. Buscad más allá de lo que creeis conocer,... recordad lo antiguo y ancestral, más allá de los tiempos de vuestras mentes.

Al acabar estas palabras, encendió una hoguera con sus manos, de una forma instantánea y juraria haber visto a un hada del fuego acercarse muy deprisa y provocar los hipnóticos movimientos del fuego.

No pude evitar mirar el fuego... habia tantas imagénes que calmaban a mi corazón... algo en mí comprendia todo lo que veia y oía, pero no podria explicarlo con palabras, aunque quisiera. Y sabia que tendria que empezar a hacer cosas significativas e importantes para mi corazón, para poder ejecutar todos los conocimientos que el sabio fuego estaba despertando en mi. 

Cuanto duró el fuego? Ni idea, tan solo pude ver unas leves luces unas leves sombras de reojo... tal vez fueron tres semanas, tal vez tres minutos... 

Aún así nunca volvia a ser la misma, sentí que, gracias a lo vivido, me habia convertido en una mejor versión de mi misma. Tenia una misión y era mi alma quien melo habia comunicado.  

Una vez apagado el fuego, la hechicera nos sonrió a todos, cerró sus ojos y se dio la vuelta para volver a su  hogar mientras podiamos oír su voz al caminar diciendo estas palabras:


Mil pétalos encima de mi cabeza y unas profundas raíces 
en mis pies, bien ancladas a la Tierra. 
El Sol Central ilumina mi ser con su luz, venida desde 
el centro de la galaxia. 

Esa era la oración con la que se despedia la hechicera de cabellos amatista y obsidiana.

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